martes, 9 de diciembre de 2014

cuento #02

no soy yo el portador del esplendor



Estoy como el gato Félix, “esparrao” en la cama. Rabiando de dolor en una pata y sin poder estar de pie ni acostado. El dolor ha ido desde la rodilla, a todas partes. Esta rodilla izquierda mía.

Las rodillas han sido siempre mi punto débil. No hace falta decirlo. En momentos críticos siempre tengo algún problema físico en las juntas. 
Este gato Félix que acostado panza arriba espera para poder levantarse, y poder imprimir, a golpe de cabeza, lo que tiene en ella grabado a fuego; NO.

Dentro de poco todo lo que quedará es un montón de copias grabadas a cabezazos, en los que cada golpe de cabeza, dejará escrita un NO, seguramente en Arial Black.

No le veo el sentido, nunca tuve al esplendor. No soy ni mejor ni peor. Algo que ni siquiera llego a comprender. Me las apañé para declinar toda responsabilidad.

Auryn nunca fue mio. La negación, el NO, prevaleció. No importa que incluso yo pensase lo contrario, estaba escrito en el libro de los tiempos que yo no debía hacer valer el Amuleto. 

          Siento todo el tiempo perdido. Me parece que todo este tiempo apenas haya servido. NO soy yo quien debe ser el Portador del Agua de Fantasia.






cuento #01



Un hombre maduro salió un lunes de invierno a pasear por la ciudad. Durante su paseo se encontró con una feria que había llegado a la ciudad recientemente.

Como no sabía a donde dirigirse, se encaminó con decisión a la primera atracción que vio.

Atravesó una puerta y en un enorme recinto vio hombres que ahora eran eran altos y delgados, ahora bajitos, o rechonchos.

Cada vez que veía a uno de estos hombres sentía una desagradable sensación de rechazo.

En medio de esa sala comprendió que estaba en la atracción de espejos deformantes, y que esos hombres que veía ¡eran él mismo!

Todo lo que vemos en los demás es un reflejo de lo que somos. A veces el rechazo de los demás ¡está en nuestro interior!